sábado, 8 de marzo de 2014

5 FASES DEL PROCESO DE TOMA DE DECISIONES.

1. Reconocimiento del problema: 

En esta fase reconocemos en la fase inicial el problema que deseamos solucionar, teniendo en cuenta el estado actual con respecto al estado deseado, también debemos procurar responder a la pregunta ¿Que es lo que se desea conseguir en esta situación?




¿Quién y por qué debe tomar una decisión?  ¿Qué se quiere lograr? ¿Cómo se explica la situación? En el mismo proceso de definición del problema suelen aclararse y organizarse las ideas, y pueden surgir distintas visiones si hay varias personas involucradas.


2. Interpretación del problema: 

Interpretación del problema: Una vez que ya tenemos el problema debemos realizar un diagnostico y luego de esto podremos desarrollar las medidas correctivas, también debemos de identificar los criterios para la interpretación de este y lleguemos a la resolución. Cada persona tiene su toma de decisiones y puede ser muy diferente a las nuestras y debemos de compararlas para saber cuáles son más factibles.


 Una buena decisión se basa siempre en información: datos del mercado, indicadores internos, análisis del contexto, reportes de empleados, consejos de expertos, buenas prácticas, entre otras fuentes. La clave en este paso es buscar la información mínima necesaria para un buen análisis.

3. Atención del problema: 


Atención del problema:
Aquí debemos de analizar con la mayor objetividad posible, debemos de tener en cuenta el máximo de antecedentes que este a su disposición, debemos de ser capaces de precisar si se trata de un problema actual que surgió recientemente, o si es el fruto de un desarrollo anterior.

Aun ante el mismo problema, la forma de evaluar las alternativas suele variar, ya que distintas personas pueden dar prioridad a criterios diferentes. Por ejemplo, para poner en marcha un negocio, ¿es más importante la rentabilidad o el atractivo para el emprendedor? Listar los criterios que se utilizarán para sopesar las opciones simplifica los pasos que siguen.

4. Cursos de acción: 

¿Cuáles son los cursos de acción posibles? Evalúa la situación desde distintos ángulos y analiza si no existen soluciones ya desarrolladas para el problema. Es el momento de usar la creatividad para encontrar caminos alternativos.
Existen varios pasos para realizarlo como “la generación de soluciones alternativas: donde podemos lograr varios caminos.”

5. Consecuencias: 

¿Qué ocurre si me decido por A? ¿A dónde conduce la alternativa B? Con los caminos bien identificados es posible imaginar los resultados, no sólo en términos de números (costos, ganancias), sino de aspectos cualitativos como imagen, esfuerzo o satisfacción.
Cada decisión implica un aprendizaje. Aun si los resultados no fueron los esperados es posible aprender de los errores para no repetirlos.


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